Esta semana les voy a contar la peor verguenza que una amiga mía pasó cuando estábamos reunidas hace un tiempo atrás en un bar con otras amigas.
Ella había llevado su celular y no tenía donde guardarlo, por lo que se le ocurrió meterlo dentro de su brasier. Esa noche, habíamos empezado a entablar conversación con unos muchachos que se habían acercado a nuestra mesa. Todo estaba de lo más normal hasta que de pronto comenzó a sonar un celular y nos dimos cuenta que era el de mi amiga porque estaba en vibrador y ¡sus bubis comenzaron a moverse!
En ese momento, los muchachos comenzaron a reírse y la verdad yo también tenía ganas de hacerlo, ya que el tono que el celular traía era la canción de la cucaracha.
En ese momento mi amiga se sintió bastante mal, aunque claro trató de disimularlo.
Atte. La chica del tono
