domingo, 11 de abril de 2010

El de las papitas supremas


Esta semana les traigo una nueva historia. Trata sobre un amigo que al verse en la desesperación de no tener dinero, acude a un acto relativamente asqueroso.


Era un día de esos en donde hacía calor y el dueño de este coloraso estaba en el centro comercial haciendo unos mandados, como no tenía dinero y se estaba muriendo de sed; decidió ir al baño a tomar agua. Para su sorpresa, se encontró un vaso de Taco Bell al lado del lavamanos. Como tenía tanta sed, tomó el vaso y apresuradamente se fue al mencionado restaurante a llenarlo de refresco, ya que tenía la oportunidad de tomar gaseosa gratis por tener el vaso.


La peor parte vino después, cuando al estar terminando su gaseosa se encontró con la sorpresa que algo estaba obstruyendo su pajilla. En ese momento recordó que el no había revisado el vaso antes de llenarlo con el refresco, así que decidió quitarle la tapa al vaso para ver lo que sucedía. Cuando quitó la tapa, se dio cuenta que habían residuos de papas y carne molida masticada que divagaban por su bebida.


El asco que sintió en ese momento fue tan grande que se vomito, y por supuesto aprendió la lección de que el había tenido la culpa de todo lo sucedido había sido el.


Atte: El de las papitas supremas.